La situación actual en el abastecimiento de agua es crítica, ya que, de 7,200 millones de habitantes en el mundo, cerca de 1,400 millones carecen de agua potable, siendo una de las causas por las que más de 1,000 millones de personas sufren de enfermedades gastrointestinales cada año; cada ocho segundos muere un niño por consumo de agua contaminada.

El aprovechamiento eficaz del agua de lluvia para consumo humano y para otros usos, representa una solución viable, económica y sencilla para resolver el creciente problema de la escasez del agua. Por esta razón los SCALL cumplen un papel importante en satisfacer las necesidades domésticas, en la producción agrícola y en el uso industrial en todos los ecosistemas.

A pesar del esfuerzo que se ha dedicado en los países a formar capacidades en recursos humanos y las inversiones en infraestructura para promover el acceso a agua segura, los resultados no son los esperados, principalmente para las comunidades más vulnerables, ya que los problemas sociales como el hambre, la desnutrición y la pobreza siguen encabezando las prioridades a resolver.

Los principales retos que hemos identificado en los promoción de la cosecha de agua de lluvia los podemos resumir en lo siguiente:

• La ejecución de los proyectos se centra en instalar infraestructura y no en las personas, por lo que debemos migrar hacia metodologías más inclusivas y participativas. La generación de alianzas publico-privadas es clave. Debemos promover un cambio cultural.
• El diseño de los sistemas no responde a una demanda específica (consumo humano, riego, uso pecuario, etc.), han sido construidos en función de un cálculo empírico sin fundamento por lo que muchas personas consideran que no es una solución real.
• No se tiene claridad en las prioridades a resolver, siendo la principal el acceso de agua para consumo humano. Involucrar a los beneficiarios desde la planificación es la clave.
• El área de captación en el área rural es limitada a los techos de los hogares, adicionalmente los materiales de los techos de los hogares más pobres como la palma o la teja tiene una eficiencia de captación baja en comparación con las láminas.
• Las cisternas de almacenamiento son de volúmenes pequeños y no representa una solución a largo plazo, requerimos soluciones que permitan almacenar agua durante el invierno y sean funcionales durante la época seca.
• A nivel urbano no se promueve la captación de agua de lluvia como una solución al problema de escasez del agua o como una medida de mitigación para gestionar los riesgos a inundaciones.

El creciente interés a nivel mundial por la protección del ambiente y de los recursos naturales ha marcado ciertas tendencias en el mercado nacional e internacional, sumado a esto las iniciativas de responsabilidad social empresarial RSE y los conceptos como el de la huella hídrica buscan que las empresas del sector privado puedan sumarse las agendas nacionales y globales promoviendo acciones en sus procesos productivos que les permitan tener algún elemento de diferenciación y generación de valor.

La gestión del agua es un tema clave de cara al futuro, puede representar una ventana de oportunidades para promover los SCALL a nivel de fincas e industrias que utilizan el recurso hídrico dentro de los procesos para incrementar la productividad en el contexto del cambio climático, la desertificación y la contaminación.

Te invitamos a que pensemos juntos como adaptamos esta buena práctica y la implementamos juntos en las plantas de procesamiento, negocios, centros comerciales, aeropuertos, estadios, bodegas industriales, o para cualquier edificación con cubiertas de pequeño, mediano a gran tamaño.